El fuego arde

Cuando era niño, me sentaba todo el día en una silla plegable en los circuitos de carreras y de eslalon. No se permitía que nadie me molestara mientras se moviera algún coche de carreras. Conduje mis primeros "mejores tiempos" en un coche de alquiler en el piso de mis padres. A última hora del día con el kettcar después de la hora de cierre en el patio del negocio de Ford de mi abuelo. Entre medias, me colaba en la sala de exposiciones para probar los últimos vehículos y comprobar el funcionamiento de la palanca de cambios...

Empecé a correr a los 8 años en el kart slalom juvenil. A los 16 años me inicié en el slalom automovilístico. Más tarde, competí en sprints de rallies y en pequeños rallies regionales. Siempre con vehículos de construcción propia. Después de ganar una prueba de conducción para la revista "sport auto", de que la DSF filmara un reportaje sobre mí y de que Walter Röhrl se fijara en mí, pasé a la "escena internacional". A partir de 2008, competiré en el Ford Fiesta Sporting Trophy como parte del Campeonato Nacional de Rallyes de Austria.

Siempre fuimos el David entre los Goliat. Hasta el año 2018 inclusive, nosotros mismos hacíamos la puesta a punto y el mantenimiento de los coches de rally. Siempre después del trabajo, en los fines de semana "libres" y por la noche. Con la familia y los amigos. Siempre de bajo presupuesto. A pesar de ello, o quizás por ello, hemos podido celebrar grandes éxitos y ganar títulos internacionales.

El fuego que llevo dentro arde con más fuerza que nunca y tengo la velocidad y la consistencia necesarias para competir al máximo nivel internacional. Aparte de los objetivos deportivos, mi objetivo es poder ofrecer a nuestros socios publicitarios lo máximo. Por eso me gusta adaptar los proyectos futuros a sus necesidades.